Seguidores

viernes, 27 de febrero de 2009

La Canción de cuna latinoamericana

Aproximaciones a una exégesis del género de la Canción de Cuna Latinoamericana.

El arrullo materno no tiene fronteras así como las voces que susurran melodías de cualquier parte del planeta siempre sirvieron para acunar y arropar a niños de aquí y de allá para acompañar las tareas de las nodrizas o amas de leche verdaderas transmisoras de tradiciones,
Costumbres y hábitos muchas veces despreciados por no considerarlos auténticamente cultos. Es atávica la tradición por estas tierras de arropar con canciones el sueño de nuestros niños. Alimento nocturno previo al descanso que nutre el sueño reconfortado del niño tan vital y necesario como el amamantamiento en los primeros tramos de su vida. Proveerlos del mismo representa la gran posibilidad de ponerlos en contacto a temprana edad con el goce de la palabra dicha, la palabra cantada apoyada en una melodía cuyo vehículo fundamental es la voz, enchalecadas por diversas melodías mas de una vez improvisadas pero dicha con expresión casi maternal estableciendo así un vínculo tan fuerte como determinante en los años iniciales.
Han servido también para exorcizar miedos llantos y pesadillas nocturnas. Y han acompañado el desvelo materno meciendo y arropando templando y contemplando tras largas vigilias de insomnio y entrega, la cuna de sus niños.
Quizás las primeras canciones de cuna, se originen allí en el arrullo gutural materno para tranquilizar al niño y de esa forma introducirlo lentamente en los brazos de Morfeo. Con el tiempo y la necesidad de incorporar la palabra a ese gesto de fraternal protección como complemento y apoyo han hecho de la Canción de cuna un género frondoso que crece y se expande por la maravillosa prodigalidad de su cosecha. Con la llegada de las diversas corrientes colonizadoras se fueron mixturando con diversidad de ritmos y cadencias.
El lenguaje expresivo las distingue por pertenecer a una tradición poética profunda sustentadas por raíces ancestrales, Vertiente fresca ,manantial de sonoridades ofrecido a la memoria de los pueblos americanos .Concierto de voces maternales que por la audacia polifónica
del viento
sale desde estas latitudes para mixturarse entre si :

Duérmete mi niño
que viene el coco,
a llevarse los niños
que duermen poco”
Otras veces están inspiradas en la cultura insular donde la pluralidad de lenguas y dialectos continúan vivos trasmitidos generalmente por nodrizas o “nanas”,verdaderas hortelanas del género. Es por ello que la variedad y versatilidad es tan amplia, diversa y original en sus ritmos, acentos y cadencias, remitiéndose a fuentes dialectales muy genuinas, que sería imposible abarcar el espectro en líneas generales.
Resulta increíble esa proliferación casi anónima ,esa siembra inconsciente ,esa recreación muchas veces involuntaria que sucede de boca en boca, de lugar en lugar de sueño en sueño.
Mariposas de la infancia, vuelo ofrecido por voces maternales.
Es curioso observar la versatilidad de sus ritmos y cadencias como la identificación y el conocimiento de sus letras. Así mismo tenemos que señalar en el contexto de la Canción
popular latinoamericana ,que casi todo nuestro folclore esta nutrido y sedimentado por
las canciones de cuna, los ritmos afro-insulares, y una influencia muy marcada de la tradición hispánica.
Para empezar citaremos la obra de dos exponentes precursoras .ambas mujeres una chilena y uruguaya la segunda que se hicieron eco de estas voces para la infancia y que han contribuido
a este bosque exuberante y frondoso de las nanas y cantos de cuna. Gabriela Mistral y Juana de Ibarbouru con sus ya muy cantadas canciones de Natacha:

La loba, la loba,
vendrá por aquí
si mi niño lindo
no quiere dormir”

Estos dos ejemplos quizá denoten características similares y fuentes de inspiración parecidas o al menos próximas, más universalistas y cercanas al niño no con una intención moralizante y pedagógica sino todo lo contrario: ambas perciben haber dado con una fuente tan valiosa como necesaria, descubierta en los ecos de voces antiguas, de raigambres milenarias-.
Los parches resuenan con el clamor de la sangre que corre por venas indias, mestizas y americanas ,y las voces susurran musitan y se expanden por la misteriosa extensión del aire.


“ Drómiti mi nengre ,
mi nengre chiquito.
Caimito y merengue.
merengue y caimito.

Mi Chirivícoquí

mi chirivicó....”
Este es un genuino canto de cuna afro- cubano ,con sus sones y cadencias características de la raza y la mixtura de voces bien remarcadas. Emilio Ballecas o Nicolás Guillén con su Canción de cuna para dormir a un negrito” ,entre otras muchas muestras de sobrada excelencia y popularidad. Mas acá en el tiempo ,en países como Chile ,Bolivia y Perú. encontramos exquisitas muestras impregnadas asimismo de un perfume y sabores americanos inconfundibles Tal es el caso de Nicanor Parra Gabriela Mistral,
Aquiles Nazoa Alfonsina Storni ,Dora Alonso José Pedroni, Javier Villafañe , José Sebastián Tallón , Frida Schultz de Mantovani entre otros..
Dice la argentina Elsa Bornemann refiriéndose al valor de las canciones de cuna: “las que se continúan cantando en nuestro país proceden de la tradición española, habiendo sufrido –muchas de ellas-un fuerte influjo indígena ,adquiriendo sus características locales. del folclore
argentino.”(...)
Muchos años después, la misma autora da a conocer una nueva obra en dos tomos creados y pensados para ser presentados en una serie que pretende revalorizar la importancia de las nanas ,cuentos y canciones de cuna. Recupera así una tradición hoy algo diezmada y traicionada, bajo el título de “Sol de Noche”,a principios de la década de los 90,publicado por Editorial
Losada:
Nana sinvergûenza

Hoy mi madre no me mima

¡y no me hice pis encima!

Sueñito del alma mía...
un sueño soñaba anoche*
por el río iba un tranvía
y la mar paseaba en coche.

Y cuando me desperté
-tras esa historieta aguada-
por supuesto que encontré
la sabanita mojada.

Hoy mi madre no me mima
y no me hice pis encima.

O esta otra,donde la situación es menos disparatada y apunta directamente a dos temas fundamentales:La infancia y la siesta.

Ufa con la siesta...
Bajo el claro cielo
Mas arde el verano
Y mas me desvelo

De puro aburrida
Conmigo acostada
Se canta esta nana
De siesta obligada.

Apenas el verano
Se dispone abrir
Sus alas de fiesta
Debo ir a dormir...
¡Ufa con la siesta!

Con todo el verano
Despierto en le plaza,
El sol no se acuesta

Ni el sueño entra en casa

¡Ufa con la siesta!

No saben los grandes
Que a la tardecita
Con mi propia infancia
Yo tengo una cita.

Los duendes del aire
Oyen mi protesta
Y cascabelean:
¡Ufa con la siesta!

Quizás se cuente con otro ingrediente tan elemental como valioso: el humor. Y las fuentes de procedencia mas surtidoras son las del folclore español, “sueñito del alma mía” o aquella que
versa:”A la mar fui por naranjas /cosa que la mar no tiene” se fundamentan en un mero disparate conceptual que está presente en el lenguaje coloquial. Los poetas españoles de la generación del 27 sobre otras han aportado también su ramillete de canciones que entran dentro de esta clasificación, tal vez más que por proponérselo, por ser dignos herederos de un acervo rico y variado. El arrullo también cobra importancia en tiempos de contingencia social tal vez un poco como manera de exorcizar el horror, la desolación y la vulnerabilidad que suscita el espanto el dolor y la muerte. Canto halado de libertad y resistencia.

De lo íntimo-afectivo a lo social-combativo

Así como se expandió el género la canción de cuna cobra otros alcances que exceden la intimidad como vínculo filial entre madre e hijo, y se entroncan en otro árbol fornido y robusto,
regado a la sombra de dolorosas contingencias sociales, como vehículo de denuncia o crítica.
Esta manera al parecer utilitaria de la canción de cuna, permite el acceso de doble lectura contenido y continente, forma y fondo, palabra y música.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre,
Escarcha de mis días
y de mis noches:
sangre y cebolla
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
Miguel Hernández

El poeta dedica desde el cautiverio esta canción a su hijo, encontrándose lejos de su esposa preñada y que a falta de leche por la mala alimentación, es amantado con jugo de cebolla.”Vuela niño en la doble /cuna del pecho /yo triste de cebolla /tú satisfecho./No te derrumbes /no sepas lo que pasa /ni lo que ocurre.
En Cuba Nicolás Guillén, poeta antillano, dedica una canción de cuna de denuncia y reclamo por la explotación y sometimiento ,exhortándolo:”Una paloma/ cantando pasa/¡Upa mi negro / Que el sol abrasa”.Tanto las nanas como los corros tradicionalmente se han popularizado en tiempos de beligerancia y profundas crisis sociales, quizás por tener particularidades musicales y semánticas que las tipifican como emblemáticos íconos de resistencia. Así reconocemos como canción infantil a Mambrú, pero en realidad y desde su esencia más profunda es un canto pro-bélico, celebratorio y laudatorio de lúdica irreverencia sí pero sintetiza a la postre un acto de repudio y afrenta contra la pacificación y el bienestar de la humanidad en su conjunto.”Mambrú se fue a la guerra chiribín chinchín,”supone toda una ideología, infiltrada inconscientemente en los diferentes estratos como un canto inocente e inofensivo. Mucho tiempo después María Elena Walsh la rescata y rescribe en “Canción del Estornudo”,transformándola en manifiesto anti- bélico y pacifista acorde al discurso de los años 60. Y concluye con una premisa fundamental “Es mejor la paz resfriada /que la guerra con salud”
Paralelamente, en la misma época la autora argentina traduce y recrea espiritualmente las “Nursery rhymes” que en su traducción equivaldría a nuestra “nanas” o “canciones de cuna”,impregnada por la fuerza de la canción popular y folklórica, dando otra muestra de su versatilidad y manejos múltiples de los
discursos y registros musicales, desde el lugar de observadora inteligente y lúcida. También escribe Canción de cuna para Gobernante, síntesis directa de los gobiernos en Latinoamérica y, en algunos casos, de su fragilidad y consecuente deterioro:

“Duérmete tranquilamente,
que viene un sable
a vigilar tu sueño
de gobernante.

América te acuna
como una madre.
con un brazo de rabia
y otro de sangre.

Duerme mientras arriba
lloran las aves,
y el lucero trabaja
para la cárcel....

Apacienta sin culpas
decretos fáciles.
que los lirios del campo
no tiene hambre.
..........................................
Duérmete oficialmente.
sin preocuparte,
que solo algunas piedras
son responsables.

Y el lucero trabaja para la cárcel.

María Elena Walsh

Esta canción de cuna, nos alerta también la presencia latente de “miedos sociales” que mantienen en vilo a toda una población. El “cuco”,la “Solapa”,el “pombero”simbolizan la representación del terror en la niñez y en la jerga popular cobran una fuerza sobrenatural ejerciendo así presiones psicopáticas. Mas tarde El “cuco”se transformara en “brujo”,lo mitológico en psicológico, y el miedo en parálisis y paranoia, de ambas partes .Los ángeles protectores en realidad son demonios enmascarados y el silencio, la ausencia del arrullo y el cobijo. La representación de la intemperie más espantosa.
De todas maneras no deja de ser hilo conductor de tradiciones y lenguajes, latente en la memoria colectiva, yendo de generación en generación ,aunque la tecnología y los estudios
de psicogenética
hayan evolucionado, y los periodos de adaptación se hayan modificado, el arrullo sigue siendo fundamental desde la concepción mas tierna del niño, para la construcción afectiva del lenguaje
y la facilidad para establecer vínculos sociales genuinos y verdaderos en su desarrollo hasta alcanzar su madurez..

Colofón
CUNA

Haz con tus propias manos
la cuna de tu hijo
Que tu mujer te vea
cortar del paraíso.

Para colgar del techo
como en los tiempos idos
que volverán un día
hazla como te digo.


Trabajando de noche
Que se oiga el martillo
“Esta haciendo la cuna”
que diga tu vecino.

Alguna vez la sangre
te manchará el anillo,
que tu mujer la enjugue
que manche tu vestido.

Las noches serán blancas
de columpiado pino
Harás según el árbol
la cuna de tu hijo.

Para que tenga el sueño
en su oquedad de nido.
Para que tenga el ángel
en un oculto grillo.

La obra será tuya.
Verás que no es lo mismo.
Será como tus brazos
la cuna de tu hijo.

Se mecerá con aire
Te acordarás del pino
Dirás:”Duerme en mi cuna”
Verás que no es lo mismo.

JOSE PEDRONI



Bibliografía

Sol de noche de Elsa Bornemann Editorial Losada 1990 tomos I yII
Estudio y antología de la Poesía Infantil Editorial Latina 1974.
La poesía en la primera infancia María Elena Walsh OMEP 1965
María Elena Walsh o El desafío de la limitación Ilse A. Luraschi-Kay Sibbad. Editorial Sudamericana 1993


martes, 17 de febrero de 2009

Del libro "Entre el caos y la madeja"







- A -





Es el Caos


o el asco


Es un caso


¿Acaso permutando

letras


nos demos cuenta


que entre el caos y el asco


estamos en lo mismo:


buscando nombrar la vida


con cuatro o cinco letras?


- B -



Es el ovillo


La madeja


La trama


Nudo que ya no resiste


La intensidad del mundo.


- C -


Uno se muere despacito


Mientras vive porque sí.


Si apenas dura.


La celeridad del tiempo


No garantiza Eternidades.


- D -


Venas que revientan


En el tajo del dolor.


Nodo del placer


ORGASMO


El deseo tiembla en el aire


Que envuelve mi desconcierto.


- E -


Al filo de los sueños


Ajenos y extraviados


Hicimos nuestra noche.


Tiramos la botella


A correntadas de río


Incautamos la misiva.


Y esperamos.


Esperamos.


Hasta caernos en el día.


- F -


El caos de sábanas translúcidas


Corrompe los vacíos de mi cama.



Soy un pez viejo


Descamado y ausente


Vigía del río.


Caos sobre caos.


Sueños sin sueño.


Pensar nada.


Perla extraviada


Río abajo


Espumante soledad.


- G -


Siempre queda un resto


Al menos una porción


Resaca


Sedición de lo que sobra.


Vestigio de algo que fue.



- H -


Esto de dar coletazos


De lagarto duele


Lacera el rastro.


Escama las distancias


Cambiar de piel


Suele ser un hábito


Para aliviar dolores.


- I -


Guardarse el corazón


Resguardarlo


Protegerlo.


Cristal resquebrajado


Temblando a la intemperie.